Mar Frigola
#MIHISTORIAPERSONAL
Hasta donde llega mi memoria puedo recordar lo que empezó como un juego de niñez, un pasatiempo de adolescente y un deporte en la juventud: observar a la gente e imaginar su historia personal, era algo inevitable en cualquier hora, en cualquier lugar o situación… Siempre estudiaba las personas: cómo vestían, andaban, hablaban… y a partir de aquí imaginar cómo sería su día a día.
La observación es el pilar principal para un buen asesoramiento personal
Mi carácter extrovertido, la facilidad para empatizar y la enorme satisfacción que siento al incrementar la felicidad de un tercero me llevaron a mi otra pasión, el escenario. Desde allá hay tan buena vista, voces, tanta gente diferente, aparentemente todos de celebración, que esta plataforma se convierte en el mejor mirador. Así que durante veinticinco años observar las personas y con una canción o un guiño de ojo, sacarlos una sonrisa fue mi profesión.
La empatía es un requisito imprescindible para saber lo que el cliente espera de ti y por su satisfacción posterior
De familia de pequeños empresarios y, siguiendo la tradición, desarrollé mi faceta empresarial en varias empresas relacionadas con el mundo del espectáculo, la sonorización de acontecimientos y la gestión de actos diversos. Con una gran capacidad de organización, aprendí a gestionar con eficiencia el tiempo y el dinero.